Mi propia forma de pensar.

Que haya caminos marcados no significa que tenga que seguirlos, por tanto no sigo ningún camino sino que voy marcando el mío propio. No existen ideas que se adapten del todo a mi pensamiento, ya que este es totalmente libre y, para mi, puro. Yo no creo en milagros, ni en panes y peces que se multiplican solos; yo creo en mi, en mi capacidad de solucionar las cosas a mi propia manera, en mi compleja sencillez, en mi forma de ser imposible de intuir. Si escribo esto es porque no voy a callar, es porque me gusta expresarme y más defenderme a mi misma. Es porque me canso de escuchar tonterías y, me respetéis o no, yo voy a gritar lo más alto posible y voy a alzar mi propia bandera. No me conformo con lo que no me gusta, por eso lucho contra ello. Lucho sin violencia, porque la única violencia que me afecta es la mental, pero desde el punto de vista natural nada está por encima de mi (ni por debajo) y por eso lo defiendo, para que os deis cuenta de que vivimos en una mentira estructural. Ya sé que con este pequeño texto no cambiaré nada, pero me siento mejor y espero que, aunque nunca del todo, alguien me comprenda y se una a mi, a seguir en la constante lucha que algún día tendrá resultado.
Mejor morir luchando, que vivir muriendo.

Que sus ojos no suelten ninguna lágrima no significa que su corazón no llore. Y que ella se haga fuerte no quiere decir que nada la vaya mal.
Creo que ya es hora de darse cuenta de que hay que levantarse y vivir.

Valora.

No intentes retroceder el tiempo, porque jamás podrás regresar a lo que una vez fuiste o tuviste. Crece, valora y adora lo que tienes, a las personas que tienes a tu lado. Nunca sabes si mañana algo hará que desaparezca todo lo bueno que has tenido. Así que aprende a valorar lo que más quieres y sé feliz con el simple motivo de que lo tienes.

Único entre millones.

A lo largo de estos meses me he dado cuenta de una cosa, y es que solamente una persona ha sabido comprenderme, aconsejarme, apoyarme, ayudarme, acompañarme y valorarme. Que no te cambiaría por nada del mundo. Una vez más te doy las GRACIAS, aunque no las aceptes. Te quiero.

Siempre vuelve

Las palabras de mi lapiz estan agotadas. Dulces palabras que quiero darte, ni siquiera puedo dormir. Necesito darte las buenas noches, como antes. Cuando estamos juntos, me siento perfecta. Cuando estoy separada de ti, me deshago. Prométeme que te quedarás conmigo. No tienes que preguntarme. Sabes que eres todo por lo que vivo. Sabes que moriría por abrazarte, quedarme contigo. De alguna manera te enseñaré que eres mi cielo de noche. Siempre he estado justo detrás de ti. Ahora siempre estaré justo a tu lado. Tantas noches lloré sola en mi habitación antes de dormir... Ahora que me quieres, me quiero a mí misma. Nunca pensé que diría esto, pero tampoco pensé que tú estarías allí.

La esperanza es lo último que muere

Intento salir, buscar, conseguir, destruir, dejar atras todo lo que he pasado, vivir la vida como siempre quise, no estar atada... No depende de nadie, solo de mi. Aunque seguramente mi destino sea de lo más profundo, yo nunca me dejo hundir, porque naci para ser como yo quiero y hacer lo que yo quiero. ¿Rendirme? ¿Por qué? Si todo lo que hago es para mi, no es para nadie. Solo intento ser feliz, aunque mi futuro a veces se oscurece y mis sueños no hacen más que ennegrecerse, yo siempre seguiré diciendo que la esperanza es lo último que muere.

Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, te encontrarás a ti mismo, y esa, sólo esa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.

Lo que vale una amiga.

No todas las personas de este mundo son amigas. Ni la mitad. Solo una pequeñísima parte de esas personas a las que conocemos podemos darles el nombre de Amigas. Cuando estamos tristes, les confesamos todo. Cuando estamos alegres, lo compartimos con ellas. El problema se nos plantea cuando, para conseguir nuestra propia felicidad, tenemos que herir su gran corazón. Pues por mi maldita experiencia, os digo que el corazón de una amiga de verdad vale muchísimo más que un simple tío.

Existe?

Miro alrededor y veo que la felicidad se ha escondido. Que por mucho que la busque no la encuentro. No sé qué pasa, pero soy la mejor persona de este mundo y me va de lo peor. Es que ahora no me puede ir peor, porque lo que tengo lo cuido y se va porque sí. Aún esforzándome, nunca consigo la felicidad. Sinceramente, en estos momentos me pregunto si de verdad existe

A veces mi estado de ánimo se vuelve gris, y si me escondo es porque a veces para resurgir primero hay que tocar fondo.

Volvemos a aprender,

Que no podemos esperar nada de nadie, sólo de nosotros mismos. Que no podemos confiar en nadie, ni expresar todos nuestros sentimientos a no ser que sea en un papel. Que no podemos mentir con la cabeza cuando la verdad y el corazón se delatan entre sí.