Música

jueves, 20 de septiembre de 2012

Te he mentido.

Todo a cambiado, y no sé decirme por qué. Te adoro pero no, no puedo seguir contigo. Lo cierto es que te he mentido, pero eso no es lo peor. Lo peor es que llevo haciéndolo desde el primer día. Y lo mas ridículo es que también me he mentido a mi mismo creyendo que por fin te había encontrado. Adoraba cómo pasabas de enfadada a enamorada en cuestión de segundos, me encantaba tu piel, y el olor a crema hidratante cada vez que me abrazabas, y el modo en que decias que sí a todas mis locuras. No podía vivir sin tus abrazos constantes. Me encantaba cuando te burlabas de mis tonterías y eso te hacía estallar en mil sonrisas. Disfrutabas sin hacer nada, matando el tiempo, paseándonos, besándonos... Adoraba tantas cosas de ti... En cambio ahora, odio tus cambios repentinos de humor, detesto cuando te pones esa crema hidratante y me tocas con la piel pegajosa. Odio tu poca iniciativa y que digas sí a todo. Me agobia que quieras estar siempre pegada a mi. Y me enfurece que te burles de mis cosas, y encima te rías. Me aburre estar sin hacer nada, perdiendo el tiempo. Por eso no puedo seguir contigo, porque cometí ese error que comete todo el mundo, de creer que eras quien yo creía que eras. De, sin conocerte, decir que eras la mujer de mi vida. De pensar que eras mi Una entre un millón, porque eran más las ganas de encontrarte que las de estar contigo. Pero no has sido tú la única engañada, yo también me creí que eras para siempre, que serías mi antes y mi después, lo que siempre había soñado. Sé que me volverá a pasar, me volveré a mentir, volverá a parecerme todo increíble. Me veo mintiéndome otra vez, equivocándome, pero ya no contigo, ya no contra ti. Lo siento mucho, te deseo lo mejor.

martes, 18 de septiembre de 2012

Cuando no haya otra opción, cuando la impotencia te llegue hasta adentro, cuando duela tanto que ni siquiera puedas sentirlo, cuando la razón vuelva a ganar al corazón.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Distancia, olvido, y la vida sigue.

Habrá distancias que hacen el olvido y otras que no. Pero todos coincidimos en lo mismo, en que los amores lejanos son muy tristes. La carita de pena que se te queda cuando se va y dudas si ese será el último momento o habrá más. Las ganas que dan de acelerar el tiempo hasta la próxima vez lejana para que ese tiempo no se haga tan eterno, aunque aún acelerándolo será largo igualmente. O las ganas de lo contrario, de retroceder el tiempo, revivir el mismo día una y otra vez porque sabes que, cansarte, será imposible. Lo que hace ese sentimiento es causarte una sensación de impotencia, de miedo por perderlo, hasta que un dia ZAS, se rompe todo, se acaba todo, llega el olvido. Ahí, es cuando miras atrás, te encuentras entre sus palabras, entre mil cosas bonitas, lloras, lo ves todo gris, el miedo se convierte en rabia de verle y pensar que le tenías y se fue. A partir de ahí, vives con la ilusión de que vuestras caras se vuelvan a encontrar de la misma manera que el primer día mientras sigues tu vida disimulando la sonrisa y la mirada con aquel pasado guardado que esconden tus ojos.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.