A veces está bien acelerar, salirse un poquito de la línea

Me agobian las prisas, los atascos y las colas del supermercado. Tampoco soporto las charlas aburridas, los largos silencios, las monotonías. Me agobia todo eso porque hay que esperar. Sí, me agobia esperar. Por eso no lo hago. Lo hice porque siempre nos han enseñado que hay que ir despacio y con buena letra, que hay que tener paciencia, que lo pensemos todo muy bien hasta estar completamente seguros de hacer algo, que lo intentemos tantas veces como haga falta. Bien, no me opongo, yo no voy a deciros lo contrario, pero sí que os digo que no lo sigáis al pie de la letra. A veces hay que acelerar un poco, arriesgarnos... No os agobia todo lo que os dije antes? Hay que esperar para todo o qué? Yo no quiero. Esperar me cansa, me aburre. Hacerlo todo con precisión es aburrido. Acelerar un poco a veces viene bien, arriesgarse, hacer alguna que otra locura y divertirse de vez en cuando. Si te aburre algo, hazlo distinto. Nunca te quedes con las ganas de nada.

Antes de nada, vive.

Últimamente siempre me siento feliz, ¿Sabeis por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solucion, lo único que no tiene solución es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe, sólo vive intensamente. Antes de hablar, escucha. Antes de escribir, piensa. Antes de herir, siente. Antes de rendirte, intenta. Antes de morir, vive.

Más cosas que he aprendido

He aprendido que los amores pueden llegar por sorpresa, o terminar en una noche. Que grandisimos amigos pueden volverse grandisimos desconocidos, y que por el contrario, un desconocido puede volverse alguien inseparable. Que el nunca más, nunca se cumple, y que el para siempre, siempre termina. Que el que lo quiere, lo puede, lo sigue, lo logra y lo consigue. Que el que arriesga no pierde nada, y el que no arriesga, no gana. Que el físico, sí, desde luego, atrae, pero la personalidad enamora. Que si quieres a alguien, diselo, mañana será tarde. Y sobre todo, he aprendido que no sirve de nada seguir negando lo evidente.

Querida sociedad.

Has cambiado mucho últimamente. ¿Por qué? ¿Por qué todo el mundo me juzga? Ellos no saben nada sobre mí, no me conocen. ¿Y qué culpa tengo yo? Si me visto de una forma, soy lesbi; si me visto de otra, soy un tío. Si twitteo mi vida, soy una gilipollas que piensa que a todo el mundo le importa lo que me pase. Si tengo trece años, soy una inmadura que no sabe nada. Si tengo dieciséis, tengo que ser una puta, fumar, y beber. Si soy rubia, soy tonta. Si soy morena, soy fea. Si me tiño, soy una teñida de mierda. Si me gusta el heavy, soy emo. Si me gusta el pop, soy infantil. Si apruebo, soy una empollona. Si suspendo, soy imbécil. Si me gusta un videojuego, soy una friki. Si soy fan de un cantante o grupo, soy una obsesionada. Si digo palabrotas, soy una malhablada. Si no las digo, soy una aburrida. Si estoy delgada, soy una anoréxica. Si estoy gorda, soy una obesa.Estoy ya de etiquetas hasta la puta cabeza. ¡Cada persona es como es! Eso es lo que la hace perfecta y especial. Ser ella misma.

Un puñado de consejos.

Conserva lo que tienes, olvida lo que te duele... Lucha por lo que quieres, valora lo que posees, perdona a los que te hieren,  y disfruta de los que te aman. Nos pasamos la vida esperando que pase algo y lo único que pasa es la vida. No entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso haz lo que quieras hacer antes de que se convierta en lo que te "gustaría" haber hecho. No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo a limpio... y, por supuesto, NUNCA es tarde para volver a empezar.

Vivir a la deriva, sentir que todo marcha bien. Volar siempre hacia arriba y pensar que no puedo perder.