Música

domingo, 26 de enero de 2014

Así me siento yo también a veces por su ausencia.

"Ya no concilio el mundo igual desde que tú no estás. Todo me sabe a tarde gris, a domingo, a playa sin sal,  a casa sin gas, a mentira. No creo en el más allá, pero sé que me cuidas, que me ves y, mírame, estoy hecha una mierda. Pero que le jodan a la perfección, aún me quedan fuerzas, la voluntad inquebrantable de la autodestrucción. Ya ves, si no me quiero ni yo, ¿cómo coño me querías tú? ¿eh? Quisiste cambiar el mundo pero el universo no acepta devoluciones,  y así está todo, jodido, contaminado, podrido, aletargado, dormido, atascado en el ruido. Deliro en el frío de la oscuridad, escribiendo borracha en un papel a alguien que ya ni está. Tiene gracia, al final nos quedamos los dos, el papel y yo. Yo le compongo unas piezas de ropa y lo visto, él se hace el listo, me acaba escupiendo verdades. Insisto, me gusta discutir conmigo, que me dejen sola. Esta fobia social no es muy normal, pero es que yo tampoco. Y así estoy bien, tranquila, a gusto, me encorvo, sigo escribiendo. Estoy viva, al menos me noto. A veces creo que nadie me entiende, que tiño de mierda la rosa, que no quiero ser amable, quiero ser y punto.
¿La felicidad? Bueno, eso es otro asunto. La felicidad es tristeza vomitada. Estas ganas de matarles... La felicidad es justicia, por eso casi siempre estoy triste."

jueves, 16 de enero de 2014

La libertad de prensa.

"La libertad de prensa en la sociedad burguesa es la libertad de los ricos de engañar, corromper y embaucar cada día y de manera sistemática y continua, con millones de ejemplares, a las masas explotadas y oprimidas del pueblo, a los pobres. Esa es la verdad sencilla y evidente, conocida de todos, observada por todos y comprendida por todos, pero que casi todos silencian pudorosamente y esquivan con temor."

domingo, 12 de enero de 2014

Empezamos a crecer cuando enterramos la ignorancia.

Todos nacemos de la misma manera aunque con diferente forma; crecemos con lo que nos enseñan, con lo que vemos y escuchamos. Es como si cada pensamiento que nos inculcan fuese una capa que nos envuelve y muchas veces ni siquiera nos deja ver. Así crecemos, nos tejen capas que no vemos y no nos damos cuenta hasta que nos dicen que abramos un poco los ojos y que espabilemos. Cuando reconocemos que no tenemos ni idea de todo lo que supuestamente deberíamos pensar porque es lo que nos han enseñado desde pequeños, en ese mismo instante, empezamos a crecer de verdad. Nos quitamos la venda con la que nos  cubrieron los ojos, las "capas" se caen poco a poco, la ignorancia va quedando atrás, y ahí estás tú, mirándote en el espejo como quien mira a través de un libro, dándote cuenta de que esa persona eres tú realmente, muy diferente a como quisieron que fueras, pero siempre conservando lo fundamental, lo más puro y lo que tenemos intacto desde que nacemos: la esencia.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.