Música

domingo, 30 de diciembre de 2012

Adiós 2012

No sé cómo despedirme de este año. Sinceramente, ha sido el mejor y el peor de todos. Ha estado lleno de emociones, de sentimientos, de ilusiones. Sí, sobre todo de ilusiones, pera cada una de ellas fue acompañada de una decepción. Podría describir este año como algo único, aunque no siempre lo único tiene que ser bueno. He conocido a gente maravillosa a la vez que me han humillado; he vivido una experiencia increíble a la vez que me han intentado violar; me he enamorado hasta los putos huesos a la vez que me he hundido en la mierda; he levantado los ánimos a cientos de personas a la vez que me han jodido; he perseguido aquello que yo más quería (y quiero, y querré) a la vez que me subestimaron, infravaloraron y hundieron hasta el punto de estar a un puto milímetro de tocar fondo. Me han pasado muchas cosas, tantas, que no podría ni resumirlas porque cada detalle ha influído en mi; tanto, que cada uno de esos detalles son los que me definen ahora; tanto, que las ostias y alegrías de este año quedarán presentes en mi forma de ser para toda mi vida.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Tú fuiste quien decidió perder el tiempo pensando en lo que pudo ser y no fue. Deja de lamentarte y ponte en pie, tengo que contarte que fueste más, mucho más que una mitad. 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Quizás haya cosas que te resulten difíciles de entender. Quizás debas digerir en tu corazón lo que no llega a comprender la cabeza.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Salid ahí fuera sin fingir sonrisas; que sean de verdad.

Porfavor, chicos y chicas, nunca dejéis que algo os derrumbe, valoraos, solo vosotros mismos sabéis lo que realmente sois y lo que os mereceis. Que sí, que hay ciertos momentos en los que nos ponemos a pensar en aquello que una vez fue un mal trago y aún sigue doliendo; entiendo que a veces nos derrumbemos y estallemos en mil lágrimas a la vez que salimos a la calle sonriendo. Lo que intento deciros es que teneis que daros un beso a vosotros mismos enfrente del espejo por todo aquello que teneis dentro, que es lo que os hace únicos y diferentes; reconocer tanto las virtudes como los defectos, los logros y los fallos, y salir ahí fuera siendo vosotros mismos y sin fingir las sonrisas. Que sean sonrisas de verdad, y que si os poneis a llorar, que sea de risa o simplemente de felicidad, de emoción. También se puede llorar de alegría. La clave es valorar lo que os hace feliz, no preocuparse por lo que nos duele, mirar la vida desde otro punto de vista más positivo, reírse de los problemas. Al fin y al cabo, si tiene solución, ¿para qué preocuparse? Y si no la tiene, ¿para qué preocuparse?

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.