Música

jueves, 13 de septiembre de 2012

Distancia, olvido, y la vida sigue.

Habrá distancias que hacen el olvido y otras que no. Pero todos coincidimos en lo mismo, en que los amores lejanos son muy tristes. La carita de pena que se te queda cuando se va y dudas si ese será el último momento o habrá más. Las ganas que dan de acelerar el tiempo hasta la próxima vez lejana para que ese tiempo no se haga tan eterno, aunque aún acelerándolo será largo igualmente. O las ganas de lo contrario, de retroceder el tiempo, revivir el mismo día una y otra vez porque sabes que, cansarte, será imposible. Lo que hace ese sentimiento es causarte una sensación de impotencia, de miedo por perderlo, hasta que un dia ZAS, se rompe todo, se acaba todo, llega el olvido. Ahí, es cuando miras atrás, te encuentras entre sus palabras, entre mil cosas bonitas, lloras, lo ves todo gris, el miedo se convierte en rabia de verle y pensar que le tenías y se fue. A partir de ahí, vives con la ilusión de que vuestras caras se vuelvan a encontrar de la misma manera que el primer día mientras sigues tu vida disimulando la sonrisa y la mirada con aquel pasado guardado que esconden tus ojos.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.