Música

domingo, 27 de octubre de 2013

Lo que el viento se dejó.

Los imbéciles no sufren, los suicidas ya no tienen vocación, soy un interruptor con pocas luces, un pacifista con munición. Un tren, un año, sin estaciones. Un bien, un daño sin intención. Somos conocidos que apenas se reconocen. Soy aquel amnésico que nunca te olvidó. Un parpadeo con pestañas postizas, un pulpo que escribe con la tinta que le sobra, un pianista con manoplas, la sombra de una sonrisa, la brisa, lo que el viento se dejó. El sol de invierno a media mañana, este poema a medio escribir, la media verdad que te hizo mentir. Buscas tu media naranja, y medias de licra a su pierna. Hay medias horas eternas, y horas a las que sumarías medias. Escúchame, líbrame de las esposas, de las espinas sin rosas que colecciono en la piel.

-Mario Gutierrez.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.