Música

domingo, 18 de octubre de 2015

Madrid

Cuando hablé con Madrid por primera vez pensé que se trataba de un lugar idílico. Ahora que le conozco me estoy enamorando de ella. Me ha enseñado lugares preciosos, me ha presentado a sus amigos y a sus enemigos. Ayer me presentó a mí misma, me vi por primera vez en el espejo y me dí cuenta de que ese reflejo tenía unos ojos que hablaban por sí solos y una boca dispuesta a expresarlo todo. Sus amigos ahora son los míos, me ayudan a construirme; nos ayudamos mutuamente. De todos sus amigos yo me fijé en uno al que voy a llamar, a partir de ahora, Primavera; deshoja cada árbol, busca soluciones aguantando el frío, y finalmente las encuentra, y me las cuenta, y me llena de luz, de ideas, de saber. Y es por esto por lo que me estoy enamorando de Madrid. Porque no sólo me estoy conociendo a mí, sino también a sus amigos -que son los míos- y a Primavera. Estoy compartiendo felicidad con Madrid y me dijo el otro día que esa felicidad sólo es felicidad cuando se comparte.


Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.