Música

lunes, 10 de junio de 2013

El dolor.

El dolor adopta diversas formas, una punzada, una pequeña molestia sin más, el dolor con el que convivimos a diario, pero hay un dolor que no podemos ignorar, un dolor tan enorme que borra todo lo demás y hace que el mundo se desvanezca hasta que sólo podemos pensar en cuánto daño hemos hecho. La manera de enfrentarnos al dolor depende de nosotros. El dolor podemos anestesierlo, aguantarlo, aceptarlo, ignorarlo. Para algunos, la mejor manera de enfrentarse a él es seguir viviendo.
El dolor sólo hay que aguantarlo, esperar a que se vaya por sí solo y a que la herida que ha causado cicatrice, no hay soluciones ni respuestas sencillas, solo hay que respirar hondo y esperar a que se calme. La mayoría de las veces puede aliviarse, pero a veces llega cuando menos te lo esperas, te da un golpe bajo y no te deja levantarte. Hay que aprender a aceptar el dolor, porque lo cierto es que nunca te abandona y la vida siempre lo acrecienta.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.