Música

domingo, 10 de agosto de 2014

Cadenas que me atan y esclavizan

Quiero irme de aquí cuanto antes. Me agobia la rutina, pero las vacaciones siguen siendo una mierda si no tienes nada por lo que alegrarte. Las navidades perdieron su encanto cuando se perdió mi inocencia. Veo cómo con el paso del tiempo desaparecen las risas, y lo poco que me queda aquí se va alejando poco a poco, hasta el punto de no querer salir. Ahora tengo que taparme los oídos cada vez que me voy de fiesta para no escuchar estupideces, pero también tengo que tapar mi vaso con la mano para que no se cuele nada indeseado. Tengo que taparme los ojos para no ver lo que me duele y también tengo que taparme la nariz para no oler lo podrido que está el mundo últimamente. Pero solo tengo dos manos, una para escribir y la otra para mandar a la mierda a todo el mundo. Tengo una cabeza que piensa demasiado pero nunca lo suficiente; unos ojos que lo ven todo; una nariz llena de mocos en invierno; una voz para gritar lo que parece que a nadie le importa; y lo único que me sirve son las dos piernas para salir corriendo. Pero cuando te prohíben usar lo único que te sirve y además censuran tu voz, entonces no tienes nada que hacer.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.