Música

miércoles, 27 de agosto de 2014

Miedo.

Es la mirada de algunas personas.
Lo admito, prejuzgo todas y cada una de las miradas de todos los hombres que se cruzan con mis ojos en cualquier sitio del mundo.
En mayor o menor medida, siento miedo. A veces es insignificante, otras muy intenso.
Miento; el miedo nunca es insignificante. Quizás a veces sea menos intenso y ya. Luego puede hacerse más fuerte o desaparecer.
Por eso nunca voy sola al baño, aunque sea tema de risa para la gente. No es gracioso; el miedo nunca es gracioso.
Tampoco salgo desprotegida. La gente me toma por loca. El miedo nunca es locura, simplemente es difícil de entender.
Ni siquiera me atrevo a mirar a un chico a los ojos, no por debilidad, sino por miedo.
Yo no soy débil. Solo tengo miedo. Y es el miedo el que es más fuerte que yo, no tú.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.