Música

viernes, 28 de marzo de 2014

Mi pajarito.

Hace unos meses me compré un pajarito. Quería una mascota, y cuando le vi en la tienda pensé que era muy bonito y me hacía ilusión tenerle en casa, así que compré una jaula y lo puse en mi habitación. Al principio me gustaba, pero a veces cantaba demasiado y me ponía tan nerviosa que tenía que zarandear la jaula para que se callase. Yo era un auténtico desastre, me daba pereza limpiar su jaula y a veces incluso se me olvidaba ponerle la comida o el agua. El otro día intentó picarme porque se me olvidó echarle más comida. Empecé a odiarle tanto que quise deshacerme de él, así que salí a la calle a soltarlo y, de repente, vinieron un montón de pájaros a picarme.

¿Qué pasaría si en vez de pájaros fuesen personas? El problema es que nosotros no atacamos. Callamos o incluso cantamos, mirando siempre por nuestro propio bien e ignorando lo que les pasa a los demás, como si así fuésemos a cambiar algo.

Recuerda.

Todo lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará por ti.