Adelgaza, súbete el escote,
quítate los pelos del bigote, pero si un día a donde vas es al centro social no
te arregles que eso queda muy patriarcal. Sé muy delicada, sé muy
femenina, no grites tan alto, que estás hecha una histérica, y si en
asambleas no te sientes igual no te enfades ni te pongas tan radical, que
eso es exagerar.
Y
entre tanta basura ¿dónde queda mi libertad? Me partí en mil pedazos y este
mundo no me deja volverlos a juntar. Me levanté para no volver a ser la otra,
el defecto de un modelo de normal mediocridad. Levántate para no volver a ser
el otro, el que usaba sus propias cadenas para dominar.
Camina
por la calle con la cabeza agachada, que si miras a los ojos te gritan más
guarradas. Y no se te ocurra enseñar tu cuerpo desnudo delante de un
altar, porque es delito constitucional y piden cárcel.
No
muestres lo que sientes no seas tan pesada, no te las des de dura, no seas
puta, no seas guarra, debemos ser pacientes y astutas, hay que saber
callar, y tragar, y tragar, y tragar hasta explotar.