Hoy hablo mirando a las estrellas, busco el brillo de tus ojos en ellas. Ahora quiero retroceder y aprovechar el tiempo cuando estabas aquí. Pero duele pensar que eso es lo único imposible que tiene esta vida, y que tendré que conformarme con recordar la gran persona que eras y todo lo que hacías por los demás sin dejar de pensar en ti. No te voy a olvidar, siempre me acompañarás, miraré detrás y aunque no estarás escucharé el viento y me hablarás... Pero qué digo, seamos realistas. Siempre te recordaré, y aunque no pueda ni verte ni escucharte, te tendré dentro.
...Y en mi melancolía fría hoy le cuento al mundo que exisiste un día.
