Cuando una simple mirada cruza los límites establecidos, cuando los dias que aparece no puedes ni dormir, cuando te das cuenta de que siguen revoloteando mariposas en tu estómago cuando le ves, con esa sonrisa perfecta, con esa mirada indescifrable, cuando reconoces esa risa que llevas viendo desde que tienes uso de razón, esa forma de caminar que sabrías descubrir incluso en la oscuridad total. Ahí es cuando te das cuenta, que conoces cada uno de sus defectos y cada una de sus virtudes, y que absolutamente, te encanta. Por encima de todo el tiempo que ha pasado desde aquellos días y todo el dolor que hayas sufrido, te encanta.
